las Islas Galápagos son consideradas la Meca del buceo en el mundo, por la espectacular vida submarina que posee, caracterizada por su abundancia y gran variedad de especies.

La RMG es la primera Reserva Marina del Ecuador y la segunda más grande del mundo. Son 133.000 km2 de Patrimonio Natural de la Humanidad.

La creación de la Reserva Marina de Galápagos se remonta varias décadas atrás. Consciente de la fragilidad de los ecosistemas marinos ante la creciente actividad human en las islas, el Plan de Manejo del Parque Nacional terrestre de 1974 ya recomendaba la protección de una franja marina de 2 millas náuticas alrededor de cada isla.

La conservación marina toma impulso en 1986 con la declaración de una Reserva de Recursos Marinos con el objetivo de controlar la práctica ilegal de la pesca y la sobreexplotación de los recursos del mar. Este año se suele citar como el de creación de la Reserva Marina, aunque no es del todo cierto.

Las aguas alrededor de las Islas Galápagos a una distancia de 40 millas están protegidas.

RESERVA MARINA DE GALÁPAGOS

Con la Ley Orgánica de Régimen Especial para la Conservación y Desarrollo Sustentable de Galápagos (LOREG) de 1998, se amplía el área protegida y se pasa a denominar formalmente la Reserva Marina de Galápagos (RMG).

La Superficie de la Reserva Marina incluye dentro del polígono es de 133.000 kilómetros cuadrados de superficie marina, incorpora las aguas interiores del archipiélago (50.100 Km2) y todas aquellas contenidas en 40 millas náuticas medidas a partir del extremo exterior costero del archipiélago.

En 2001, la RMG fue incluida en la lista de Patrimonios Naturales de la Humanidad, reconociéndose de esta manera su enorme valor ecológico, cultural y económico para la conservación y para el mantenimiento de especies únicas en el mundo.

La importancia de la Reserva Marina

Los ecosistemas de Galápagos no pueden sobrevivir sin la protección del ecosistema marino. Muchas especies nativas y endémicas dependen en su totalidad de los ambientes marinos y de los procesos evolutivos y ecológicos que ocurren en la tierra y que tienen relación directa con el mar.

El cormorán no volador de Galápagos ha seguido una curiosa evolución. Ante la ausencia de depredadores, ha dejado de volar para convertirse en un experto nadador submarino, obteniento todo su alimento debajo de la superficie.

Pingüinos, cormoranes, lobos marinos, lobos peleteros y albatros, por ejemplo, descansa en tierra, pero se alimentan exclusivamente en el mar.

Al momento se han reportado más de 2.900 especies marinas existentes, de las cuales un 25% de organismos marinos son endémicos. Están presentes varias especies de mamíferos marinos como ballenas, delfines y lobos marinos, en un total de 24, con dos endemismos. Este hecho motivó también la declaratoria de Santuario de Ballenas en 1990.

Para mantener el equilibrio natural entre las diferentes especies y para mantener sus ecosistemas, es vital que se conserven sus bases de alimentación. Al igual que la biodiversidad de los ecosistemas terrestres, la del ambiente marino representa un sistema importante que merece un tratamiento especial.

La designación de la Reserva Marina de Galápagos reconoce los principios de conservación, y crea los fundamentos legales para ese tratamiento especial.

Todo comienza con las corrientes marinas…

El archipiélago se encuantra en un punto de encuentro de corrientes oceánicas superficiales y profundas muy distintas. Gracias a ellas encontramos la variedad de especies que habitan las islas.

CORRIENTES OCEÁNICAS

Las diferentes corrientes marinas que confluyen en Galápagos dan pie a la biodiversidad y alto grado de endemismo característicos del archipiélago.

La corriente de aguas superficiales Sur-Ecuatorial es una de las principales y se mueve en dirección este-oeste.

A esta corriente se le suma desde el sur las aguas frías de la corriente de Peru o Humboldt, y desde el norte por aguas tropicales de la corriente de Panamá.

La subcorriente Ecuatorial de Cromwell, procedente del oeste, es posiblemente la más importante. Viaja por el fondo del mar y sube a la superficie al toparse con Galápagos, trayendo aguas frías y ricas en nutrientes y creando zonas de afloramientos locales y el enriquecimiento de nutrientes en las capas superficiales del mar. Estos nutrientes forman la cadena alimenticia que acaba manteniendo a depredadores finales como tiburones, lobos marinos y muchas especies migratorias como las ballenas.

Diferentes ambientes

La reserva marina muestra diferentes ambientes que albergan varios ecosistemas de alta diversidad con un abundante número de especies, muchas de ellas únicas – uno de los más altos niveles de endemismo del mundo.

Los “bajos”, montes o volcanes sub- marinos que se elevan hasta menos de 100 metros en algunos casos, repre- sentan importantes zonas de alimen- tación para aves y mamíferos marinos que habitan las costas de Galápagos. Alrededor de estas estructuras y por encima de ellas, existen condiciones oceanográficas particulares que favorecen la vida marina donde se forman frecuentemente agregaciones alimentarias, compuestas por especies de diversos orígenes: pelágicas y migratorias, como atunes, tiburones y picudos; y de origen marino-costero, como lobos, aves, iguanas marinas y tortugas.

Los otros principales hábitats marinos de la Reserva Marina de Galápagos son los fondos rocosos, seguido de las paredes verticales rocosas “los barrancos”, las playas arenosas y en forma muy reducida los arrecifes de coral; además de la vegetación costera de playa y arena que tiene un alto grado de endemismo.

Por otro lado los lagunas costeras, humedales, y zonas de intercambio de agua dulce y marina presentan especies únicas.

Las áreas de manglar son zonas de reclutamiento de varias especies de peces, crustáceos y moluscos. Además, son áreas de anidación de diversas aves marinas y terrestres únicas en el mundo, como es el pinzón de manglar.